Recomendados

miércoles, 29 de julio de 2009

OFELIA FISMAN

EXPOSICIÓN: LA HUELLA DE LOS DIOSES
ARTISTA: OFELIA FISMAN
Lunes 10 de agosto a las 19:30 (2009)
En el ESPACIO CULTURAL PEDRO PÁRAMO
de la EMBAJADA DE MÉXICO
España 1429 casi San Rafael - Asunción, Paraguay
-
Podrá ampliar los datos de OFELIA FISMAN en:
http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=116
**/**
“LA HUELLA DE LOS DIOSES”
Es un conjunto de 30 piezas, divididas en cinco capítulos
TORSOS TRANSMUTACIÓN
MÁSCARAS RITUALES
CAJITAS REX
PINTURA CORPORAL
DIOSAS MADRES
** Elaboradas en Paraguay, con arcillas, caolines y engobes de las canteras de Areguá, respetando técnicas y colores rituales de las cerámicas indígenas americanas.
**/**
El Sr. Ticio Escobar, escribió la nota presentación, expresando en estos textos, el contenido de mi trabajo.
**/**
LAS PISADAS DE BARRO (Fragmento de la nota de TICIO ESCOBAR)
** En esta exposición, Ofelia Fisman se propone volver a hollar las huellas que dejan los oficiantes ishir en el contexto de una cultura signada por ceremonias, ritos shamánicos y menudos quehaceres diarios. Los ishir o chamacoco, radicados en el Norte del Gran Chaco paraguayo, desarrollan complejas formas rituales, religiosas y shamánicas, que incluyen pinturas corporales y atavíos realizados con tejidos de caraguatá. La cultura ishir, potente y demasiado propia, se afirma ante la sociedad nacional en términos de una diferencia desafiante y seductora. Mediante esta exposición, Ofelia quiere nombrar ese mundo radicalmente extraño, conectarse con esas formas remotas, aun producidas en el mismo territorio nacional.
** Pero, ¿cómo traducir un mundo simbólico esencialmente otro?, y ¿cómo representar con arcilla la piel de los cuerpos pintados, la textura temblorosa de las máscaras tejidas con fibras de caraguatá? Las interpretaciones transculturales, como las transcripciones de técnicas diversas, dejan abierto un espacio insalvable: la representación nunca puede zanjar la distancia entre el signo y la cosa, que, pendiente siempre, escindirá la obra con la marca de su imposibilidad radical. Pero la producción artística, el hacer poético, tiene una carta guardada: si no puede saldar aquella distancia, sí puede investir la falta mediante imágenes. Es su único camino. Un camino oblicuo, ineludiblemente: la imagen puede investir el espacio de la falta, pero nunca sus formas lograrán asir el cuerpo imposible de una distancia. Entonces, no queda más que realizar otra obra que dialogue con la obra inasequible, inventar otros ritos que reinventen –que no intenten transcribir- los ritos herméticos, inalcanzables por cualquier forma que no sea la suya propia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario