Autor: LIVIO ABRAMO
(Enlace a datos biográficos y obras
En la GALERÍA DE ARTES del
www.portalguarani.com )
(Enlace a datos biográficos y obras
En la GALERÍA DE ARTES del
www.portalguarani.com )
.
NATALIA PARINI - ARTE, MUNDO SIN FRONTERAS
.
**Es una verdad hoy incontestable que el arte y el ejercicio artístico constituyen uno de los más completos y válidos elementos de expresión del alma humana, sea en los momentos de felicidad o angustia, de euforia o dramatismo.
** Esta muestra no es una muestra común cualquiera. Uno de sus principales méritos consiste en el hecho de demostrar, una vez más, que el arte realmente no tiene fronteras, y que eso tanto vale -guardadas las debidas situaciones- en un paisaje lleno de misterio de Leonardo da Vinci como en el "paisaje" interior de alguien que, mediante el ejercicio del arte, consigue dar forma y colores a los deseos y fantasías de su imaginación. Tenemos fe en que esta exposición -fruto de una verdadera vocación artística- coloque a todos los amantes y estudiosos de los fenómenos de la praxis artística, sea como hecho puramente artístico o como ejercicio liberador y educativo, el problema de una nueva actitud frente a una realidad que merece la misma atención que se da a todos los demás problemas humanos.
** Los conceptos aquí expresados tienen origen puramente en la apreciación estética de las pinturas de Natalia Parini, que por primera vez somete su arte al juicio público. Así, en el presupuesto de que los trabajos de Natalia Parini están, en sus símbolos, formas y colores, realizados artística y estéticamente, nuestras consideraciones se basan únicamente en la validez de los valores plásticos de los mismos, evidentemente sin dejar enteramente de lado otros factores que componen la estructura de estas mismas pinturas.
** Todo lo que el hombre realiza plásticamente tiene un sentido, sea ello real o imaginario. Si este "sentido" es realizado con ciertos valores estéticos podemos decir que esa obra es una obra de arte.
** Por los motivos expuestos, considero la presente ocasión la más apropiada para presentar a una nueva personalidad artística como la de Natalia Parini. Es también una ocasión para revelar cómo insospechados valores artísticos todavía no han sido debidamente conocidos, estudiados y apreciados, y la presente exposición constituye una especial oportunidad para la valoración de un hecho artístico que ofrece variadas e interesantes facetas. No se trata, pues, de exhibir a un arte que solamente agrade a nuestros ojos, sino algo revelador de los inagotables recursos que posee el espíritu humano para realizar en el mundo de las formas visibles las más hondas vivencias emocionales que -a través de un temperamento de innegable vigor como el de Natalia Parini- ha sabido abrir las puertas de su visión íntima y hacer volcar por ellas un caudal tan impactante de imágenes y colores.
** El arte de Natalia nace y tiene connotaciones particulares con su propia visión de las cosas, Así, toda su simbología formal y expresión cromática obedece a puntos de referencia propios de la autora, no solamente en el sentido de una relación artista-exterior, sino de una introspección más íntima. Porque de una verdadera artista se trata aquí, pletórica de vigor expresivo.
** De modo que esta muestra no se sitúa ni puede ser apreciada dentro del marco de lo usual: cada mancha de color, cada estructura lineal, en el arte de Natalia Parini corresponde a un estímulo que, rehuyendo a veces de la realidad inmediata, asume formas y colores de invulgar fuerza expresiva. Lo cierto es que todo este espectáculo de formas y colores que la artista arroja, se podría decir, sobre el papel, es un gesto de desafío lanzado a la comprensión humana, y provoca un verdadero impacto en nuestros sentidos.
** No es propósito de esta presentación hacer el análisis estético de los trabajos de Natalia -esto sería de incumbencia de los críticos de arte- sino enfocarlos bajo el ángulo de la vocación de la autora. Esta voluntad de hacer, esta capacidad de realización, han sido los medios con los cuales Natalia Parini se ha abierto el camino hasta lograr la incontestable calidad artística de que hace gala en sus pinturas. Como todo artista, Natalia posee su visión interior, que vuelca afuera en líneas, colores y formas, las fugaces imágenes de su fantasía. Por enigmáticas que sean estas formas, son sin embargo válidas. Así sucedió con los jeroglíficos egipcios: nos parecían raros e ininteligibles y, sin embargo, cuando fueron descifrados se transformaron en elementos de clara y sensible calidad estética. Como dijimos, el arte es un mundo sin límites de espacio y tiempo. Los trabajos de esta muestra están dispuestos, en la medida de lo posible, con un criterio cronológico. Es fácil distinguir las diferencias de valor estético verificadas en los trabajos más antiguos y en los más recientes de Natalia. Desde las primeras tentativas de expresar, con un lenguaje casi compulsivo pero siempre lleno de vigor, sus emociones y estados de alma, Natalia va logrando, paulatinamente, mediante un constante ejercicio, soluciones estéticas de vibrante vitalidad y audacia expresiva. Sus pinturas producen una innegable impresión sobre nuestros sentidos, sea en las más abstractizantes, sea en aquellas en donde lucen, en sorprendentes síntesis e inesperados matices de color, plantas, ramajes, y flores, siempre dentro de una rara unidad de estilo, tanto formal como de contenido.
** Natalia Parini es un hecho nuevo en la realidad del arte paraguayo.
** A Natalia nuestra solidaridad y entusiasmo. Ella figura, todavía entre las raras personas que a través del arte, encuentran la manera de establecer un puente de sorprendentes imágenes entre lo invisible y lo visible.
Asunción, octubre 1987
.
** Esta muestra no es una muestra común cualquiera. Uno de sus principales méritos consiste en el hecho de demostrar, una vez más, que el arte realmente no tiene fronteras, y que eso tanto vale -guardadas las debidas situaciones- en un paisaje lleno de misterio de Leonardo da Vinci como en el "paisaje" interior de alguien que, mediante el ejercicio del arte, consigue dar forma y colores a los deseos y fantasías de su imaginación. Tenemos fe en que esta exposición -fruto de una verdadera vocación artística- coloque a todos los amantes y estudiosos de los fenómenos de la praxis artística, sea como hecho puramente artístico o como ejercicio liberador y educativo, el problema de una nueva actitud frente a una realidad que merece la misma atención que se da a todos los demás problemas humanos.
** Los conceptos aquí expresados tienen origen puramente en la apreciación estética de las pinturas de Natalia Parini, que por primera vez somete su arte al juicio público. Así, en el presupuesto de que los trabajos de Natalia Parini están, en sus símbolos, formas y colores, realizados artística y estéticamente, nuestras consideraciones se basan únicamente en la validez de los valores plásticos de los mismos, evidentemente sin dejar enteramente de lado otros factores que componen la estructura de estas mismas pinturas.
** Todo lo que el hombre realiza plásticamente tiene un sentido, sea ello real o imaginario. Si este "sentido" es realizado con ciertos valores estéticos podemos decir que esa obra es una obra de arte.
** Por los motivos expuestos, considero la presente ocasión la más apropiada para presentar a una nueva personalidad artística como la de Natalia Parini. Es también una ocasión para revelar cómo insospechados valores artísticos todavía no han sido debidamente conocidos, estudiados y apreciados, y la presente exposición constituye una especial oportunidad para la valoración de un hecho artístico que ofrece variadas e interesantes facetas. No se trata, pues, de exhibir a un arte que solamente agrade a nuestros ojos, sino algo revelador de los inagotables recursos que posee el espíritu humano para realizar en el mundo de las formas visibles las más hondas vivencias emocionales que -a través de un temperamento de innegable vigor como el de Natalia Parini- ha sabido abrir las puertas de su visión íntima y hacer volcar por ellas un caudal tan impactante de imágenes y colores.
** El arte de Natalia nace y tiene connotaciones particulares con su propia visión de las cosas, Así, toda su simbología formal y expresión cromática obedece a puntos de referencia propios de la autora, no solamente en el sentido de una relación artista-exterior, sino de una introspección más íntima. Porque de una verdadera artista se trata aquí, pletórica de vigor expresivo.
** De modo que esta muestra no se sitúa ni puede ser apreciada dentro del marco de lo usual: cada mancha de color, cada estructura lineal, en el arte de Natalia Parini corresponde a un estímulo que, rehuyendo a veces de la realidad inmediata, asume formas y colores de invulgar fuerza expresiva. Lo cierto es que todo este espectáculo de formas y colores que la artista arroja, se podría decir, sobre el papel, es un gesto de desafío lanzado a la comprensión humana, y provoca un verdadero impacto en nuestros sentidos.
** No es propósito de esta presentación hacer el análisis estético de los trabajos de Natalia -esto sería de incumbencia de los críticos de arte- sino enfocarlos bajo el ángulo de la vocación de la autora. Esta voluntad de hacer, esta capacidad de realización, han sido los medios con los cuales Natalia Parini se ha abierto el camino hasta lograr la incontestable calidad artística de que hace gala en sus pinturas. Como todo artista, Natalia posee su visión interior, que vuelca afuera en líneas, colores y formas, las fugaces imágenes de su fantasía. Por enigmáticas que sean estas formas, son sin embargo válidas. Así sucedió con los jeroglíficos egipcios: nos parecían raros e ininteligibles y, sin embargo, cuando fueron descifrados se transformaron en elementos de clara y sensible calidad estética. Como dijimos, el arte es un mundo sin límites de espacio y tiempo. Los trabajos de esta muestra están dispuestos, en la medida de lo posible, con un criterio cronológico. Es fácil distinguir las diferencias de valor estético verificadas en los trabajos más antiguos y en los más recientes de Natalia. Desde las primeras tentativas de expresar, con un lenguaje casi compulsivo pero siempre lleno de vigor, sus emociones y estados de alma, Natalia va logrando, paulatinamente, mediante un constante ejercicio, soluciones estéticas de vibrante vitalidad y audacia expresiva. Sus pinturas producen una innegable impresión sobre nuestros sentidos, sea en las más abstractizantes, sea en aquellas en donde lucen, en sorprendentes síntesis e inesperados matices de color, plantas, ramajes, y flores, siempre dentro de una rara unidad de estilo, tanto formal como de contenido.
** Natalia Parini es un hecho nuevo en la realidad del arte paraguayo.
** A Natalia nuestra solidaridad y entusiasmo. Ella figura, todavía entre las raras personas que a través del arte, encuentran la manera de establecer un puente de sorprendentes imágenes entre lo invisible y lo visible.
Asunción, octubre 1987
.
NATALIA PARINI - PINTURAS
.
** Natalia Parini de nuevo ante el público asunceno. Hace un año, en esta misma galería, ella mostró el resultado de una larga temporada de intenso trabajo y podemos decir que la impresión causada al público fue importante.
** En aquella primera muestra ese volcán emocional que es Natalia, mostró, por así decirlo, la lava del volcán en sorprendentes imágenes que fueron un verdadero desafío para el sentido común de los espectadores.
** Así que en la presente exposición podemos apreciar ya las llamas del arte de este impetuoso torrente que es el estro artístico de Natalia. Como antes, las actuales pinturas de Natalia son el reflejo de un mundo interior con sus formas y símbolos particulares, que no pueden ser considerados únicamente con los conceptos de un examen hecho puramente desde el punto de vista plástico, sino desde el ángulo mucho más amplio del propio fenómeno sensible, en el cual entran en juego los procesos subjetivos, psicológicos y afectivos, así como el substrato del inconsciente, elemento tan importante en el acto creativo artístico. Todos esos aspectos no tienen manera de manifestarse, sin la presencia fundamental del factor estético, determinante y resultado último de todo ese proceso.
** La imaginería de Natalia no se refiere -ya lo dijimos una vez- a los modelos usuales, tradicionales, sino son imágenes que ella mis-ma elabora en su íntimo. Podríamos decir que en estas pinturas todo está producido por un ímpetu creativo que se manifiesta casi automáticamente, sin, empero, apagar sus nexos con la realidad: realidad, no realismo.
** Líneas, formas y colores, principalmente el color, son tan personales y audaces que hacen de este arte un caso realmente raro. Porque de arte se trata. El impacto de estas formas y colores no depende solo de su rareza sino de la extraordinaria sensibilidad de Natalia en dar soluciones estéticamente válidas a las imágenes que nacen de su fantasía.
** Cada una de estas pinturas tiene un significado preciso, pero la autora prefiere ofrecer al espectador sus imágenes íntegras, sin la mediación de un título. La imagen, con sus formas y colores, llega imprevista (por su originalidad) y directa (por su intrínseco vigor estético). Es lícito pues, preguntarse si aquel lenguaje "automático", que tanto buscaban los surrealistas como el medio más directo de expresión de la personalidad humana, no pasaba en realidad por la criba del intelecto (o de la cultura en último térmico) para hacerse arte. En el caso presente, aquel impulso no pasa por ningún intelectualismo o accesorio metafísico para manifestarse como hecho de arte. En este caso el pensamiento de Natalia aflora directamente a la superficie, directamente a través de su sensibilidad estética, que es al mismo tiempo pensamiento, creación y realización en un puro hecho artístico.
** "Esta voluntad de hacer, esta capacidad de realizarse artísticamente, han sido los medios con los cuales Natalia se ha abierto el camino -por entre todas las contingencias de su vida- hasta lograr la incontestable calidad estética de que hace gala en sus pinturas". Eso escribimos en ocasión de su primera exposición. De nuevo constatamos cómo la voluntad de crear, o la empatía hacia el arte de Natalia, sigue siendo igual.
** Cada artista crea sus símbolos, y si estos símbolos -en su representación material de signos, formas y colores- impresionan nuestros sentidos, está creada la comunicación entre el creador y el espectador dentro del ámbito de lo sensible, o sea, del arte.
** Las formas y colores de estas pinturas pueden provocar, a primera vista, sorpresa y hasta cierto desconcierto por su audacia y lo inesperado de ciertas soluciones formales pero, al mismo tiempo, es innegable que producen un fuerte impacto sobre nuestros sentidos, principalmente por la extrema osadía y densidad emocional de los colores. En estas pinturas, el color es siempre un grito alto, vibrante de emoción y de mensaje. No hay cómo sustraerse al efecto de estas tonalidades que son la parte más sensible de la personalidad artística de la pintora. Todo arte que sale de lo común encuentra obstáculos -o prejuicios- para su aceptación y reconocimiento, y este es uno de tales casos.
** De todos modos y cualquiera sea el ángulo bajo el que se juzgue el arte de Natalia, hay que reconocer como una especie de milagro el hecho de que el mundo interior de una persona haya conseguido manifestarse -diríamos hasta, libertarse- por medio únicamente del factor artístico. El arte produce tales milagros y Natalia ha realizado algo imposible casi de ser logrado: ha dominado con su arte el mundo de lo inconsciente con una inmediatez y calidad artística desconcertantes. Hazaña insólita cuando pensarnos en el esfuerzo casi dramático que ha costado a los mejores surrealistas conseguir a veces una verdadera comunicación con su propio ser interior.
** Hay que considerar en el caso presente el hecho fundamental de que la solución artística no resulta de un proceso de selección cultural de los valores significantes y estéticos, como ocurrió casi siempre con el arte surrealista, sino que la realización plástica es "realmente" espontánea.
** Con Natalia, su naturaleza artística ha sido lo suficientemente imperante para superar todo y cualquier otro factor, del orden que fuera, susceptible de impedir o disminuir la fuerza creadora de la artista.
** Hay que mencionar otro aspecto de estas pinturas: Natalia no es una artista surrealista, sino una artista que no rehúye la realidad; solamente la crea con inédita imaginación.
** Repetimos lo que ya dijimos antes: a Natalia nuestra admiración. Ella logra, hecho raro, a través del arte lanzar un puente de intrigantes y sorprendentes interrogantes entre lo invisible y lo visible, entre lo imaginario y el mundo de nosotros.
Asunción, noviembre 1988
Fuente: LIVIO ABRAMO . ARTE Y ARTISTAS DE BRASIL Y PARAGUAY. Edición, introducción y notas de: MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ - Presentación de BERNARDO PERICÁS NETO Embajador de Brasil . Libro editado con los auspicios del MINISTERIO DE CULTURA DEL BRASIL y la EMBAJADA DE BRASIL EN ASUNCIÓN. Editorial El Lector, Tapa: Livio Abramo y Patricia Eulerich, Asunción-Paraguay 1999, 215 páginas.
** En aquella primera muestra ese volcán emocional que es Natalia, mostró, por así decirlo, la lava del volcán en sorprendentes imágenes que fueron un verdadero desafío para el sentido común de los espectadores.
** Así que en la presente exposición podemos apreciar ya las llamas del arte de este impetuoso torrente que es el estro artístico de Natalia. Como antes, las actuales pinturas de Natalia son el reflejo de un mundo interior con sus formas y símbolos particulares, que no pueden ser considerados únicamente con los conceptos de un examen hecho puramente desde el punto de vista plástico, sino desde el ángulo mucho más amplio del propio fenómeno sensible, en el cual entran en juego los procesos subjetivos, psicológicos y afectivos, así como el substrato del inconsciente, elemento tan importante en el acto creativo artístico. Todos esos aspectos no tienen manera de manifestarse, sin la presencia fundamental del factor estético, determinante y resultado último de todo ese proceso.
** La imaginería de Natalia no se refiere -ya lo dijimos una vez- a los modelos usuales, tradicionales, sino son imágenes que ella mis-ma elabora en su íntimo. Podríamos decir que en estas pinturas todo está producido por un ímpetu creativo que se manifiesta casi automáticamente, sin, empero, apagar sus nexos con la realidad: realidad, no realismo.
** Líneas, formas y colores, principalmente el color, son tan personales y audaces que hacen de este arte un caso realmente raro. Porque de arte se trata. El impacto de estas formas y colores no depende solo de su rareza sino de la extraordinaria sensibilidad de Natalia en dar soluciones estéticamente válidas a las imágenes que nacen de su fantasía.
** Cada una de estas pinturas tiene un significado preciso, pero la autora prefiere ofrecer al espectador sus imágenes íntegras, sin la mediación de un título. La imagen, con sus formas y colores, llega imprevista (por su originalidad) y directa (por su intrínseco vigor estético). Es lícito pues, preguntarse si aquel lenguaje "automático", que tanto buscaban los surrealistas como el medio más directo de expresión de la personalidad humana, no pasaba en realidad por la criba del intelecto (o de la cultura en último térmico) para hacerse arte. En el caso presente, aquel impulso no pasa por ningún intelectualismo o accesorio metafísico para manifestarse como hecho de arte. En este caso el pensamiento de Natalia aflora directamente a la superficie, directamente a través de su sensibilidad estética, que es al mismo tiempo pensamiento, creación y realización en un puro hecho artístico.
** "Esta voluntad de hacer, esta capacidad de realizarse artísticamente, han sido los medios con los cuales Natalia se ha abierto el camino -por entre todas las contingencias de su vida- hasta lograr la incontestable calidad estética de que hace gala en sus pinturas". Eso escribimos en ocasión de su primera exposición. De nuevo constatamos cómo la voluntad de crear, o la empatía hacia el arte de Natalia, sigue siendo igual.
** Cada artista crea sus símbolos, y si estos símbolos -en su representación material de signos, formas y colores- impresionan nuestros sentidos, está creada la comunicación entre el creador y el espectador dentro del ámbito de lo sensible, o sea, del arte.
** Las formas y colores de estas pinturas pueden provocar, a primera vista, sorpresa y hasta cierto desconcierto por su audacia y lo inesperado de ciertas soluciones formales pero, al mismo tiempo, es innegable que producen un fuerte impacto sobre nuestros sentidos, principalmente por la extrema osadía y densidad emocional de los colores. En estas pinturas, el color es siempre un grito alto, vibrante de emoción y de mensaje. No hay cómo sustraerse al efecto de estas tonalidades que son la parte más sensible de la personalidad artística de la pintora. Todo arte que sale de lo común encuentra obstáculos -o prejuicios- para su aceptación y reconocimiento, y este es uno de tales casos.
** De todos modos y cualquiera sea el ángulo bajo el que se juzgue el arte de Natalia, hay que reconocer como una especie de milagro el hecho de que el mundo interior de una persona haya conseguido manifestarse -diríamos hasta, libertarse- por medio únicamente del factor artístico. El arte produce tales milagros y Natalia ha realizado algo imposible casi de ser logrado: ha dominado con su arte el mundo de lo inconsciente con una inmediatez y calidad artística desconcertantes. Hazaña insólita cuando pensarnos en el esfuerzo casi dramático que ha costado a los mejores surrealistas conseguir a veces una verdadera comunicación con su propio ser interior.
** Hay que considerar en el caso presente el hecho fundamental de que la solución artística no resulta de un proceso de selección cultural de los valores significantes y estéticos, como ocurrió casi siempre con el arte surrealista, sino que la realización plástica es "realmente" espontánea.
** Con Natalia, su naturaleza artística ha sido lo suficientemente imperante para superar todo y cualquier otro factor, del orden que fuera, susceptible de impedir o disminuir la fuerza creadora de la artista.
** Hay que mencionar otro aspecto de estas pinturas: Natalia no es una artista surrealista, sino una artista que no rehúye la realidad; solamente la crea con inédita imaginación.
** Repetimos lo que ya dijimos antes: a Natalia nuestra admiración. Ella logra, hecho raro, a través del arte lanzar un puente de intrigantes y sorprendentes interrogantes entre lo invisible y lo visible, entre lo imaginario y el mundo de nosotros.
Asunción, noviembre 1988
Fuente: LIVIO ABRAMO . ARTE Y ARTISTAS DE BRASIL Y PARAGUAY. Edición, introducción y notas de: MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ - Presentación de BERNARDO PERICÁS NETO Embajador de Brasil . Libro editado con los auspicios del MINISTERIO DE CULTURA DEL BRASIL y la EMBAJADA DE BRASIL EN ASUNCIÓN. Editorial El Lector, Tapa: Livio Abramo y Patricia Eulerich, Asunción-Paraguay 1999, 215 páginas.
.
Enlace a la
Amplio resumen de autores y obras
de las Artes Visuales en Paraguay.
Óleos, Acrílico, Técnica Mixta, Collage, Grabados
Xilopinturas, Instalaciones, Escultura, Audiovisuales,
Cerámica, Artesanías, Exposiciones
Libros y Artículos sobre la historia del Arte.
Óleos, Acrílico, Técnica Mixta, Collage, Grabados
Xilopinturas, Instalaciones, Escultura, Audiovisuales,
Cerámica, Artesanías, Exposiciones
Libros y Artículos sobre la historia del Arte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario