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jueves, 28 de enero de 2010

MIGRACIONES: INTERIOR/EXTERIOR (MUESTRA XKSA). Fotografías de CARLOS BITTAR / Comentario: JAVIER RODRÍGUEZ ALCALÁ

(Enlace a datos biográficos y obras
en la GALERÍA DE ARTES del
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MIGRACIONES: INTERIOR/EXTERIOR
La muestra XKSA de Carlos Bittar reúne algunas decenas de imágenes, cuya “temática” (por usar ese termino “políticamente incorrecto”) gira en torno al espacio doméstico; Al micro-cosmos construido por objetos, situaciones, recuerdos –y en forma relativamente indirecta- por las personas que lo habitan (incluyendo a Rocco, que si bien no es del todo persona –es un bóxer albino- podría considerarse parte de la peculiar “familia”).
Las fotografías se exponen como al descuido (o al menos en forma bastante casual): sujetas con pinches al cordel de tender la ropa, cosa que reflejaría-reforzaría lo poco épico de su temática. (Pero también esto podría aludir – ¿me detengo más de la cuenta en este detalle del montaje?- a la técnica digital que se emplea, a la desmesurada reproducibilidad que trae implícita y que por eso puede suponer también cierta banalización de la imagen. (¿No resultaría ligeramente incorrecto “colgar” -metonímicamente- casa y parientes, hijos y recuerdos de un cordel?-al menos podría haber excluido al perro-… ¿Qué puede estar pasando aquí?).
1. MIGRACIONES.
Gran parte del trabajo anterior del fotógrafo podría inscribirse –preliminar y con cierta imprecisión- en lo que denominaríamos un uso predominantemente “referencialista” del medio fotográfico. Esto es, el registro del “esto fue” exterior, ligado al fotoensayo, al documentalismo, y realizado en técnica positivo-negativo de blanco y negro, en 35mm o formato medio. Los ensayos “Ultima Estación” -sobre el desaparecido ferrocarril nacional- y “Fin de Zona Urbana” –una aproximación a las ciudades locales- se inscribirían en esta línea. (Un otro ensayo, temporalmente intermedio, “Entrecasa” -fotos familiares, aunque en la línea del fotoensayo -quizás oficie de transición entre esa anterior aproximación “exterior” y la mirada mas “privada” que asume esta muestra).
Atendiendo a estos antecedentes, podríamos conjeturar aquí una migración de sentido doble (aunque ambos términos estén de hecho indisolublemente imbricados): Afecta primeramente al medio del cual se vale (el digital en este caso, que lo asume a modo de “exploración”). En segundo lugar, la migración –desde el “exterior” al “interior”, supone el ingreso a un terreno diverso de significación, o si se quiere, supone una otra forma de encarar el medio fotográfico.
2. INTERIOR-EXTERIOR.
Así, el relato, el registro, el hecho, el “esto fue”, el “evento”, se desplaza hacia discretas anécdotas de intra-muros, hacia un adentro en extremo cotidiano. A veces algo oscuro (¿O algo sórdido?: El café derramado en el piso; El resto de queso en la heladera, que probablemente ya no alcance para el próximo plato de fideos; O, entre la palita de basura y el perro tendido a su lado (¿Cuál está mas despatarrado?). A veces parece oscilar entre el anacronismo y la nostalgia (La maquina de escribir; El carrete vacío de negativo 6x6 -¿será el carrete de la cámara robada?-; La pequeña estatuilla china-kitsch; El emblemático “mantelito” de ñandutí; Los apuntes –bitácora nemotécnica- de anécdotas paternas “tres fronteiras”; O el timer de un laboratorio fotográfico que ya no se usa -ahora se procesan las imágenes en Photoshop)
Otras veces –cuando no casi siempre- la imagen se construye (¡maldito pasado!) desde recursos compositivos tradicionales (Vg.: Contraste de líneas rectas y curvas en la imagen de la manguera roja sobre el piso cerámico; El encuadre contrapicado que muestra la lámpara colgando del techo; Mediante el violento contraste lumínico de la carrocería de la camioneta; En la luz que refleja los azulejos, etc.)
Tampoco nos engañemos: el fotógrafo no es ingenuo al punto de “olvidar” su anterior condición de tal, con todo lo que ello implica. Por el contrario, parecería que busca reconstruirlo desde otra actitud y desde otro soporte técnico (digital).
Suponiendo que así fuese: ¿A qué otros recursos que no sean visuales podría recurrir?...¿O es que se puede separar tajantemente-psicoticamente- en el signo fotográfico lo Sintáctico-Objetivo-Exterior, de lo Pragmático-Subjetivo-Interior?... ¿Qué es Adentro y qué es Afuera?...¿Qué tanto Afuera supone una fotografía (interior, en tanto familiar y privada) de Lartigue?...¿Y qué tanto Adentro (“construcción subjetiva”) habría en el registro, en el “momento decisivo” de una fotografía documental (exterior) de Cartier-Bresson de la guerra civil española?...
Por fortuna, estas cosas –adentro y afuera- de un tiempo a esta parte ya no importan.
De hecho, nunca importaron gran cosa, en tanto que fue precisamente esta variedad de “usos sociales” del medio (documental, familiar, periodística, etc.) la que histórica y lingüísticamente ha sustentado la vitalidad de la fotografía.
Y hoy podemos seguir “hablando” desde los más diversos lugares… ¿Quién sabe?...Che ko haemínte...
JAVIER RODRÍGUEZ ALCALÁ
Fuente: FOTOTEXTO
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