HERMANN GUGGIARI / entre el cielo y la tierra
** Ha sido imposible ajustar nuestro diálogo al precario esquema de la entrevista, al juego aceptado de la pregunta y la respuesta. Habla a borbotones, interroga, anatemiza, se enfurece y dulcifica conforme pasan las horas. Con él no hay fórmulas ni itinerarios. Sólo se puede conversar honestamente, acordando o discrepando, en una clara lección de convivencia {...}. Hablar de él, en Paraguay, es como hablar de "las mil y una noches" en Bagdad. ¿Quién no lo conoce? ¿Quién no ha visto sus obras, sus esculturas, sus ARARUPI-A? ¿Quién no sabe de su vida, que ya es casi una leyenda? ¿Quién no oyó hablar de su feria de verano, "el bosque de los artistas"?
** Lo encontré es su taller, acariciando un viejo sueño. Allí, en medio de una parafernalia de hierros, yeso y cemento se levantaban, impecables, precisos, los planos de una nueva ciudad: "un club ecológico donde proyectar el espíritu de la feria, donde se viva en creación, en contacto con la naturaleza, sin polución, usando lo bueno de la tecnología, un hábitat integrado a la naturaleza donde todo el mundo hace lo que quiere y por eso nadie es libertino".
LOS HUEVOS DEL TIEMPO. ¿Cómo será esa ciudad?. El lugar elegido es Aregua, sobre tres hectáreas y media de superficie boscosa. Allí, bajo los árboles, entre las plantas, emergiendo como las primeras cavernas asentadas en caprichosos cráteres naturales, semisubterráneas y semiesféricas, como las futuras ciudades espaciales, aparecerán las viviendas ecológicas, verdaderas esculturas habitables protegidas por un cascarón, hogares de un nuevo pueblo a los que su autor mágicamente llama huevos del tiempo. En 1971, en la XI Bienal de san Pablo, Hermann presentó una escultura que sirvió, durante los días de exposición, como taller del artista. Así nació el proyecto de las viviendas, que al estar semienterradas permiten disfrutar de frescura en el verano y calidez en el invierno No es una fantasía. Hay informes técnicos que avalan la calidad del proyecto. Consecuentemente con su criterio ecológico, las fuentes de energía para abastecer a los habitantes de los módulos tendrán carácter natural; una flor colector solar transformará la energía térmica en electricidad y un dínamo especial aprovechará la fuerza del viento, al tiempo que una instalación para bio-gas procesará los residuos orgánicos. Huevo, esfera, burbuja, todos los nombres posibles para una casa a la que, por su forma, alguien definió como "antijerárquica por naturaleza».
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LA POLUCIÓN MENTAL.
** Sin limitaciones para el diálogo, sin recorrido formal posible, Hermann expresa sus opiniones y sentimientos mientras despliega los planos. "Estamos llenos de presiones, de grupos, de ideologías. Si no sos de derecha, de centro o de izquierda, sos malo. Y el hombre nació sin bando. Condicionado sólo para la libertad. En estos momentos de esclavitud mental todo el mundo está poluido. Porque la polución no está sólo en la naturaleza, está en todo, hasta en el arte. Y lo cierto es que no hay una filosofía estética, el arte no se programa, na hay dogma. Todo es ecléctico, libre, antidogmático por naturaleza. Te diría que ahí soy liberal, laissez-fairista. Y el último refugio de la personalidad humana está el arte". Hermann habla sobre los nuevos tiempos y recuerda que "todos los ciclos en la historia son así, oposición. El barroco es producto de la libertad, luego del renacimiento, tan clásico y mesurado. Es casi romántico. Y ahora hay un retorno a los románticos, una vuelta a la propia personalidad. No es egoísmo, es naturaleza. Y es evolución en la medida en que cada uno respete la personalidad del otro, en una reacción del hombre contra la no significación. (Hoy) el hombre está dirigido por la sociedad de consumo y son muchos los que están en contra. En este punto es mucho lo que hicieron los hippies; y los ecologistas son ahora los hippies modernos, los que defienden la vida".
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LOS ARTISTAS Y EL PARAÍSO.
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LOS ARTISTAS Y EL PARAÍSO.
** "El arte es un vínculo -señala con pasión-, la naturaleza y la ecología también. Es amor a nuestras plantas, a nuestras flores, al pájaro y a la música, y a nuestra propia naturaleza humana". Sin parar continúa: "Nuestra naturaleza es la libertad. Por eso el hombre es todavía un niño en la historia, pues no se puede llamar civilizado a quien no superó todavía la guerra. Pero lo positivo de él, en esa misma historia, es su lucha por la libertad. Hay que sumar las libertades. Una filosofía que las anule, llámese fascismo, marxismo o nazismo, está súper atrasada. La democracia es el mejor sistema, los otros son reaccionarios, no permiten el libre juego de las ideas. En el mundo los dirigentes tendrían que ser artistas".
El Diario Noticias-Revista, Asunción, domingo 15/07/84, pp. 10-11.
Fuente: COLECCIÓN PRIVADA, escritos sobre artes visuales (en Paraguay). Por ADRIANA ALMADA. © ADRIANA ALMADA. Editado con el apoyo del FONDEC, Asunción-Paraguay 2005. (325 páginas).
El Diario Noticias-Revista, Asunción, domingo 15/07/84, pp. 10-11.
Fuente: COLECCIÓN PRIVADA, escritos sobre artes visuales (en Paraguay). Por ADRIANA ALMADA. © ADRIANA ALMADA. Editado con el apoyo del FONDEC, Asunción-Paraguay 2005. (325 páginas).
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