CONDOLEEZA RICE en LA PRÓXIMA CENA II
ARTISTA: CARLOS COLOMBINO
(Enlace a datos biográficos y obras
ARTISTA: CARLOS COLOMBINO
(Enlace a datos biográficos y obras
en la GALERÍA DE ARTES del
Artículo: “Clarividencia que revela y cuestiona lo que se avecina. En su obra, Carlos Colombino, realizó varios murales. Todos son impresionantes, pero lo que se vislumbra y su descarnada mirada crítica sobre la realidad actual del Paraguay, hacen de éste mural una obra excepcional” – Escribe: FÁTIMA PÉREZ CODAS
Fotografías: LUIS VERA
Fuente: REVISTA CABILDO - BOLETÍN OFICIAL DEL
CENTRO CULTURAL DE LA REPÚBLICA EL CABILDO
AÑO 1 NRO. 4 - NOVIEMBRE 2008 (pdf)
Fotografías: LUIS VERA
Fuente: REVISTA CABILDO - BOLETÍN OFICIAL DEL
CENTRO CULTURAL DE LA REPÚBLICA EL CABILDO
AÑO 1 NRO. 4 - NOVIEMBRE 2008 (pdf)
** Ya en 1990, Augusto Roa Bastos menciona en un libro, referido a la obra de Carlos Colombino, que en la producción cultural paraguaya las artes plásticas representaron siempre una “avanzada y un puente”. El escritor considera a las artes plásticas, desde la artesanía ancestral hasta sus expresiones recientes, el registro más fiel de la vida –“universo imaginario a un tiempo mítico y real”– de nuestro país. Este fenómeno creativo, continúa diciendo Roa, ha hecho que la “borrosa presencia del Paraguay haya dejado de ser una isla rodeada de tierra, como la describí hace ya mucho tiempo…”
** Así como la obra de Colombino señaló en los años ’50 el ingreso de las artes plásticas de este país en la modernidad, este “artista de encrucijadas” sigue sorprendiéndonos con su fuerza expresiva descarnada y su intuición reveladora-develadora de lo que se avecina.
“CANIBALISMO” POLÍTICO-CULTURAL
** Carlos Colombino conversó con nosotros acerca de la historia y las significaciones de este impresionante y desgarrador mural de 2,90 por 9,40 metros, que está siendo desmontado para su destino final: EL MUSEO SALVADOR ALLENDE DE SANTIAGO DE CHILE.
** “El mural es la puesta en escena del canibalismo político, del que yo había tenido como una premonición que sucedería después de la ida de Stroessner y que continúa hasta hoy. ‘La Próxima Cena II’ es una alegoría de esa continuidad. En el ámbito político se evidencia una saña, una crueldad tremenda en la que no solamente se ‘comen’ los unos a los otros, sino que subsisten cuestiones de antes, cosas previas. Y –como es normal en un grupo nuevo como el que nos gobierna– no hay vocación ni manejo del ejercicio del poder.
** Este gobierno aún no aprendió a mandar. El Partido Colorado tiene la vocación de mandar y de robar. Quienes hoy nos gobiernan no tienen ni lo uno ni lo otro. Estamos ante una historia nueva que miramos con interés, expectantes. Y no podemos restarle valor al aporte fundamental para este país que implica haber sacado de nuestra historia al Partido Colorado, ese monstruo que por más de 50 años oscureció nuestra historia…,” dijo.
** Colombino describe, con su característico sarcasmo, los personajes que habitan-interactúan en el mural: “…En esta segunda fase de ‘La Próxima Cena’ hay gente que abandona la escena, que huye (una alusión a tanta gente que se fue y se está yendo del país), hay personajes ahorcados, que terminaron de ver la escena y se mataron, también se fue un personaje que estaba frente a una ventana, e ingresa a la escena Condoreeza Rice, representando la amenaza planetaria del poder.”
LAS XILOPINTURAS DE COLOMBINO
** “Allí están los pedazos de bosque talados, mutilados a la naturaleza, arrancados por la fuerza desalmada; pedazos del bosque que el artista ha transformado en representaciones que niegan la muerte y el olvido...
** No es fortuito que haya elegido la madera cuando las selvas del ‘meridiano caliente y forestal’ han sido taladas casi de raíz, cuando ha comenzado la migración de los bosques (…) acompañando las peregrinaciones terrestres de los mortales que no saben vivir sin su arrimo de bosque, sin su escudo y manantial de selva al que su destino físico y humano se halla irremediablemente unido (…)
** Las xilopinturas llevan su tiempo grabado en la invencible tenacidad orgánica de la madera; un tiempo que vive en las escarificaciones de esas tablas laceradas, esculpidas, excavadas, rotas, teñidas en su propia sangre, en sus propios colores (…)
** Sobre el vértigo vertical de cuadros y murales una metamorfosis se ha producido: la transfiguración de la realidad y del caos en la realidad mítica del artista. (…)
** El sacrificio de la madera, trabajada como forma viviente (…) un verdadero sacrificio humano con su doble connotación semántica de muerte y ritual y de recreación artística; de exterminio y expiación, pero también de redención y de rescate (…) la madera en crucifixión asume plenamente su rol de signo y de soporte de signos a la vez fulgurantes y opacos, idénticos a la textura orgánica de la madera, llena de heridas y de ojos, pero íntegra e intacta en su entera potencia de significar y comunicar sus vivencias en la intemperie sin fin (…) Dentro de la madera empapada de tiempo, la mano del artista ha reemplazado el efecto de corrosión de las sales secretas de la tierra. ** Tortura los filamentos de esas nervaduras que aúllan a una luna invisible. Trabaja en las entrañas vivas de una inmensa selva talada, decapitada para siempre...”
AUGUSTO ROA BASTOS, Toulouse, Francia, 1998.
DONACIÓN DEL MURAL A CHILE
** “Hice este mural hace dos años. Estuvo expuesto en la ‘BIENAL DE LOS DOS MARES’: en San Paulo, Brasil y Valencia, España, luego en Buenos Aires, y recientemente en el Cabildo. Se está preparando para partir a Santiago de Chile, porque lo he donado al Museo Salvador Allende. Yo había donado una obra a ese museo en 1977, después de la muerte de Allende. En época de Pinochet las obras de ese museo fueron enviadas, para su resguardo, a un depósito en el Escorial, España (parte de su acervo eran obras de importantes artistas españoles, también donadas).
** Luego de la muerte del depositario de esas obras, Nemesio Antúnez, algunas se extraviaron, entre ellas la que yo doné. Justo Pastor Mellado, curador del Museo Salvador Allende y de la Bienal de Valencia, me pidió otra obra para restaurar la perdida. Así, decidí donar este mural a ese museo. Tengo gran admiración por Salvador Allende, respeto la labor de Pastor Mellado, y ese museo cuenta con obras de muy importantes artistas. Considero un honor que mi obra esté ahí,” explicó Colombino.
UNA MIRADA INCISIVA SOBRE EL CONVULSIONADO PRESENTE POLÍTICO DEL PARAGUAY - Ticio Escobar, Secretario Ministro de Cultura de la Nación, escribió en el catálogo de la muestra del mural realizada en el CCR:
** “La próxima cena II’ se vuelve sobre la primera versión, realizada hace 16 años. Entonces Colombino había levantado una gran xilopintura que funcionaba como un gran mural del convulsionado presente político del Paraguay: la representación teatralizada de una gran comilona mentaba irónicamente la obra de da Vinci para, enseguida, abrirse violentamente a otra escena.
** Un lugar poblado de espectros compactos, corporizados: (…) las sombras de un futuro demasiado incierto: los comensales, en fin, del banquete antropofágico, perdido en su valor ceremonial guaraní y convertido en el diagrama de una amenaza. (...)
** Después de casi dos décadas, Colombino vuelve sobre esta obra primera y reitera con saña la misma escena y los mismos personajes.
** Casi los mismos personajes: ha ocurrido en el Paraguay la caída de la Dictadura y comenzó el tiempo incierto de la transición a la Democracia. Se renuevan entonces las señales del peligro y se desplaza la figura de la salida, ubicada siempre afuera.
Entonces las escena acoge otro fantasma, una vez más demasiado compacto: el de la amenaza planetaria personificado en el despiadado retrato de Condoleeza Rice (…)
** Es indudable que esta obra de Colombino debe inventariarse entre esas formas excepcionales que acompañan apremiantes, raras, el devenir de nuestra cultura y pueden de pronto, iluminar su marcha discontinua, revelar el mapa de un trayecto confuso y señalar un rumbo posible…”
** Así como la obra de Colombino señaló en los años ’50 el ingreso de las artes plásticas de este país en la modernidad, este “artista de encrucijadas” sigue sorprendiéndonos con su fuerza expresiva descarnada y su intuición reveladora-develadora de lo que se avecina.
“CANIBALISMO” POLÍTICO-CULTURAL
** Carlos Colombino conversó con nosotros acerca de la historia y las significaciones de este impresionante y desgarrador mural de 2,90 por 9,40 metros, que está siendo desmontado para su destino final: EL MUSEO SALVADOR ALLENDE DE SANTIAGO DE CHILE.
** “El mural es la puesta en escena del canibalismo político, del que yo había tenido como una premonición que sucedería después de la ida de Stroessner y que continúa hasta hoy. ‘La Próxima Cena II’ es una alegoría de esa continuidad. En el ámbito político se evidencia una saña, una crueldad tremenda en la que no solamente se ‘comen’ los unos a los otros, sino que subsisten cuestiones de antes, cosas previas. Y –como es normal en un grupo nuevo como el que nos gobierna– no hay vocación ni manejo del ejercicio del poder.
** Este gobierno aún no aprendió a mandar. El Partido Colorado tiene la vocación de mandar y de robar. Quienes hoy nos gobiernan no tienen ni lo uno ni lo otro. Estamos ante una historia nueva que miramos con interés, expectantes. Y no podemos restarle valor al aporte fundamental para este país que implica haber sacado de nuestra historia al Partido Colorado, ese monstruo que por más de 50 años oscureció nuestra historia…,” dijo.
** Colombino describe, con su característico sarcasmo, los personajes que habitan-interactúan en el mural: “…En esta segunda fase de ‘La Próxima Cena’ hay gente que abandona la escena, que huye (una alusión a tanta gente que se fue y se está yendo del país), hay personajes ahorcados, que terminaron de ver la escena y se mataron, también se fue un personaje que estaba frente a una ventana, e ingresa a la escena Condoreeza Rice, representando la amenaza planetaria del poder.”
LAS XILOPINTURAS DE COLOMBINO
** “Allí están los pedazos de bosque talados, mutilados a la naturaleza, arrancados por la fuerza desalmada; pedazos del bosque que el artista ha transformado en representaciones que niegan la muerte y el olvido...
** No es fortuito que haya elegido la madera cuando las selvas del ‘meridiano caliente y forestal’ han sido taladas casi de raíz, cuando ha comenzado la migración de los bosques (…) acompañando las peregrinaciones terrestres de los mortales que no saben vivir sin su arrimo de bosque, sin su escudo y manantial de selva al que su destino físico y humano se halla irremediablemente unido (…)
** Las xilopinturas llevan su tiempo grabado en la invencible tenacidad orgánica de la madera; un tiempo que vive en las escarificaciones de esas tablas laceradas, esculpidas, excavadas, rotas, teñidas en su propia sangre, en sus propios colores (…)
** Sobre el vértigo vertical de cuadros y murales una metamorfosis se ha producido: la transfiguración de la realidad y del caos en la realidad mítica del artista. (…)
** El sacrificio de la madera, trabajada como forma viviente (…) un verdadero sacrificio humano con su doble connotación semántica de muerte y ritual y de recreación artística; de exterminio y expiación, pero también de redención y de rescate (…) la madera en crucifixión asume plenamente su rol de signo y de soporte de signos a la vez fulgurantes y opacos, idénticos a la textura orgánica de la madera, llena de heridas y de ojos, pero íntegra e intacta en su entera potencia de significar y comunicar sus vivencias en la intemperie sin fin (…) Dentro de la madera empapada de tiempo, la mano del artista ha reemplazado el efecto de corrosión de las sales secretas de la tierra. ** Tortura los filamentos de esas nervaduras que aúllan a una luna invisible. Trabaja en las entrañas vivas de una inmensa selva talada, decapitada para siempre...”
AUGUSTO ROA BASTOS, Toulouse, Francia, 1998.
DONACIÓN DEL MURAL A CHILE
** “Hice este mural hace dos años. Estuvo expuesto en la ‘BIENAL DE LOS DOS MARES’: en San Paulo, Brasil y Valencia, España, luego en Buenos Aires, y recientemente en el Cabildo. Se está preparando para partir a Santiago de Chile, porque lo he donado al Museo Salvador Allende. Yo había donado una obra a ese museo en 1977, después de la muerte de Allende. En época de Pinochet las obras de ese museo fueron enviadas, para su resguardo, a un depósito en el Escorial, España (parte de su acervo eran obras de importantes artistas españoles, también donadas).
** Luego de la muerte del depositario de esas obras, Nemesio Antúnez, algunas se extraviaron, entre ellas la que yo doné. Justo Pastor Mellado, curador del Museo Salvador Allende y de la Bienal de Valencia, me pidió otra obra para restaurar la perdida. Así, decidí donar este mural a ese museo. Tengo gran admiración por Salvador Allende, respeto la labor de Pastor Mellado, y ese museo cuenta con obras de muy importantes artistas. Considero un honor que mi obra esté ahí,” explicó Colombino.
UNA MIRADA INCISIVA SOBRE EL CONVULSIONADO PRESENTE POLÍTICO DEL PARAGUAY - Ticio Escobar, Secretario Ministro de Cultura de la Nación, escribió en el catálogo de la muestra del mural realizada en el CCR:
** “La próxima cena II’ se vuelve sobre la primera versión, realizada hace 16 años. Entonces Colombino había levantado una gran xilopintura que funcionaba como un gran mural del convulsionado presente político del Paraguay: la representación teatralizada de una gran comilona mentaba irónicamente la obra de da Vinci para, enseguida, abrirse violentamente a otra escena.
** Un lugar poblado de espectros compactos, corporizados: (…) las sombras de un futuro demasiado incierto: los comensales, en fin, del banquete antropofágico, perdido en su valor ceremonial guaraní y convertido en el diagrama de una amenaza. (...)
** Después de casi dos décadas, Colombino vuelve sobre esta obra primera y reitera con saña la misma escena y los mismos personajes.
** Casi los mismos personajes: ha ocurrido en el Paraguay la caída de la Dictadura y comenzó el tiempo incierto de la transición a la Democracia. Se renuevan entonces las señales del peligro y se desplaza la figura de la salida, ubicada siempre afuera.
Entonces las escena acoge otro fantasma, una vez más demasiado compacto: el de la amenaza planetaria personificado en el despiadado retrato de Condoleeza Rice (…)
** Es indudable que esta obra de Colombino debe inventariarse entre esas formas excepcionales que acompañan apremiantes, raras, el devenir de nuestra cultura y pueden de pronto, iluminar su marcha discontinua, revelar el mapa de un trayecto confuso y señalar un rumbo posible…”
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