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miércoles, 9 de septiembre de 2009

ARTE NUEVO: LA MODERNIDAD QUEBRANTADA - TICIO ESCOBAR

Comentario: ARTE NUEVO: LA MODERNIDAD QUEBRANTADA
Por TICIO ESCOBAR
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1. ELOGIO DE LA ADULTERACIÓN.
** La modernidad artística comienza tardíamente en el Paraguay.
** Oficialmente, lo hace con la inauguración de una muestra del Grupo "Arte Nuevo" en 1954.
** Ese mismo año se inicia la dictadura del General Alfredo Stroessner (1954-1989) cuyas sombras planearon durante casi 35 años la historia del país y cuyas marcas signan aún su presente difícil. El arte moderno cumple su ciclo a lo largo de estos 35 años; puesto que puede decirse -si posible fuera establecer una fecha exacta para tales sucederes- que alcanza la culminación de su proceso a fines de la década de los ochenta.
** Marcada por las condiciones de su presente adverso, la modernidad surge en el Paraguay bajo un modelo periférico y desarticulado, profundamente contradictorio como en muchos países latinoamericanos. Sobre ese modelo se esbozó el proyecto moderno de las artes en el Paraguay. Sus bases programáticas interpretaban con bastante fidelidad los grandes principios y estrategias de las vanguardias internacionales. Sin embargo, la carga de la historia propia pesaba tanto que, bajo su lastre, aquel proyecto terminó adulterando, cuando no desconociendo, muchos de los supuestos fundamentales de la modernidad.
** Ahora bien, esas adulteraciones constituyen precisamente la posibilidad mejor que tuvo el arte periférico de afirmarse como hecho diferente y propio y de escapar así al destino de copia que le tiene asignado el libreto neocolonial.
** Derrida dice que lo diferente es también lo diferido: la flamante modernidad paraguaya comienza desconociendo la sintonía de los tiempos modernos: toma los elementos de la modernidad no según la vigencia de los mismos sino a partir de los requerimientos expresivos y formales de su historia particular. Reproducidos (en contra del ideal de originalidad que está en su principio), diferidos y amortiguados (más allá de sus proclamas de ruptura y de actualización permanente), convertidos en recurso personal (a contrapelo de su original vocación colectiva), tanto los principios de las vanguardias como sus estrategias terminan profundamente adulterados. Y esa saludable transgresión inicial abre muchos caminos propios al arte paraguayo.
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2. EL NUEVO ARTE
** Los antecedentes inmediatos del "Grupo Arte Nuevo", que producirá la ruptura con las formas académicas, comienza ya eludiendo supuestos modernos. En contra del guión moderno, impulsado por movimientos colectivos, cada posición posimpresionista es resumida en el Paraguay en la obra de un solo artista. Jaime Bestard se hace cargo del momento constructivo mientras que WOLF BANDUREK asume la tarea histórica de fundamentar los contenidos expresivos: el ciclo prevanguardístico se cierra y remite al siguiente momento. Integrado por un colectivo de artistas en 1954 se crea el "GRUPO ARTE NUEVO"(*), el primero en presentar ciertos rasgos propios de las vanguardias: surge con explícitas intenciones de ruptura y reúne un grupo entorno a un ideario básico definido como "moderno". (La serie de exposiciones que estrena el grupo se llama "Primera Semana de Arte Moderno Paraguayo", en indudable alusión a la brasileña).
** Pero el movimiento está dispuesto a sacrificar otros rasgos de la modernidad a las exigencias de su propio tiempo: los artistas toman los recursos y argumentos de tendencias que se adaptan a las "necesidades del medio" independientemente de la vigencia que tuvieren ellos en las (sub)metrópolis (el modelo de la "primera semana" paulista tenía ya treinta y dos años). ¿Cuáles son aquellas necesidades del medio? Basado en este caso en el modelo dicotómico moderno que identifica los conflictos presentándolo en oposiciones binarias a ser resueltas, el grupo entiende que la tensión entre la autonomía del lenguaje y la fuerza de la expresión constituye la cuestión central a ser enfrentada. Lo dice en forma escueta y terminante Josefina Plá, la teórica del movimiento: "Unifica a los artistas ... su ansiedad sincera por renovar, paralelamente con la forma, el contenido de la pintura paraguaya..."!'! ** Esta ansiedad, ya se sabe, constituye uno de los grandes móviles del arte moderno. Ahora, la bisoña modernidad debe conciliar sus términos como puede. Lo hace recordando simultáneamente las lecciones de Bestard y las experiencias de BANDUREK: recurre tanto a una controlada organización constructiva y geometrizante como a la apasionada deformación de origen expresionista. El resultado de esa apropiación compleja es una figuración firmemente apuntalada en su construcción y enfatizada en sus sentidos dramáticos: una suerte de expresionismo "cubistizado". O más bien, cristalizado, ya que el cubismo, invocado entonces como referencia, es reinterpretado tan libremente que poco mantiene de su sentido original.
** En realidad, el cubismo no tenía misión alguna que cumplir en la plástica paraguaya: no se enfrentaba a una representación naturalista bien afirmada cuyos espacios debía desarmar: sólo debía dar solidez a las formas nuevas y establecer principios ordenadores; vale decir, cumplir con esa necesidad de clarificación estructural propia del arte latinoamericano en momentos distintos de su historia quebrada.
** Para concluir, resulta oportuno recordar aquí ciertos condicionamientos que incidieron en la flexibilidad de las nuevas vanguardias periféricas para acomodarse con libertad a situaciones diversas y adulterar con holgura los modelos centrales. El arte moderno creció en el Paraguay como práctica marginal y minoritaria, aislada del resto de América Latina, alejada de las grandes mayorías culturales, ignorada por las burguesías, que no veían en sus formas fuentes de utilidades ni factores de prestigio, y al costado de cualquier interés oficial. Estas situaciones impidieron ciertamente todo tipo de apoyo y fomento a sus manifestaciones e incidieron negativamente en la formación profesional de los artistas y en su proyección internacional. Pero, por otra parte, constituyeron una cierta garantía en contra de la intervención de un Estado autoritario y una burguesía ignorante y presumida. TICIO ESCOBAR
(1) PLA, Josefina. "Movimiento renovador en nuestra pintura". Diario LA TRIBUNA. Asunción, 11.04.54.
(*) Nota del Editor: El grupo Arte Nuevo lo integraban Josefina Plá, Lili del Mónico, Olga Blinder y José Laterza Parodi. Por las mismas fechas se incorporaron al movimiento artístico moderno del Paraguas Edith Jiménez y Hermann Guggiari.
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Fuente: UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ARTISTAS PARAGUAYOS
Textos: MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ, TICIO ESCOBAR y LULY CODAS
Asunción-Paraguay 1999
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PROLOGO
La exposición "SIGLO XX - UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ARTISTAS PARAGUAYOS" es un homenaje a aquellos que, por medio de su sensibilidad y de sus obras, dejaron un legado de imágenes representativo de la circunstancia paraguaya a lo largo del siglo. La visión panorámica de la exposición se extiende desde el academicismo a las técnicas experimentales de los artistas contemporáneos, como un puente sobre ese período de gran densidad histórica que constituye el siglo XX. En ella encontramos, lado a lado con los artistas paraguayos, a los extranjeros que eligieron el Paraguay como punto de referencia para la ejecución de sus trabajos. Diversas fueron las causas que condujeron a esos artistas extranjeros al Paraguay. En el caso de uno, Livio Abramo, se puede decir que hubo intención que sirviera de soporte para la implementación efectiva de una cooperación cultural y educacional. El Brasil participó de la creación del Instituto Paraguay-Brasil, del Instituto de Humanidades, de la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción y del Colegio Experimental Paraguay-Brasil. Todo eso y las múltiples actividades llevadas a cabo por la "Escolinha de Arte" y el Sector de Artes Visuales de la Misión Cultural Brasileña primero, y más tarde, del Centro de Estudios Brasileños, son muestras de la importancia atribuida por el Brasil a la cooperación educacional y cultural con el Paraguay. Al acercarnos al fin del siglo XX sentimos la necesidad de echar una mirada hacia atrás y recordar el largo camino que hicimos juntos. Es una oportunidad para detener las labores del día a día y encontrar en las imágenes que brotaron de la creatividad de esos artistas la visión del tiempo que a cada uno le tocó vivir. Es quizás también una oportunidad para descifrar los signos de la actualidad y entender que en esa mirada hay una proyección hacia el futuro.
BERNARDO PERICÁS NETO Embajador de Brasil - Diciembre, 1999
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Las obras reproducidas en esta publicación fueron parte de la muestra SIGLO XX - UNA INTERPRETACIÓN DE LOS ARTISTAS PARAGUAYOS - que reunió una parte significativa del arte paraguayo de los últimos cien años - realizada en la Galería de Arte LIVIO ABRAMO, del Centro Cultural de la Embajada de Brasil, del 3 al 17 de diciembre de 1999, con los auspicios de los Ministerios de Cultura y de Relaciones Exteriores de Brasil.
** Curador de la muestra Miguel Ángel Fernández
** Montaje y coordinación Ana Scappini
** Agradecimientos: Vice Ministerio de Cultura // Museo Nacional de Bellas Artes // Centro de Artes Visuales/Museo del Barro // Verónica Torres // Pequeña Galería // Galería Belmarco // Galería Fábrica // Scappini-Lamarca - Oficina de Arte // Colecciones Privadas
** Fotografía Carlos Bittar Perinetti
Cuidado de la edición: Hugo Duarte Manzoni // Santiago Alcázar

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