ARTISTA: KOKI RUÍZ
MISTERIOS BARROCOS - Por JAVIER YUBI – Revista Dominical del 16 de Agosto de 2009
(http://www.abc.com.py/abc/nota/14076-Misterios-barrocos/ )
Podrá obtener mayores datos sobre el artista KOKI RUÍZ y visitar su Galería de Obras en:
http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=252
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Iluminación misteriosa... Música conmovedora... Olores extasiantes. Un túnel del tiempo para revivir pasajes de la época inicial. Con motivo de celebrarse los 400 años de fundación de la antigua reducción jesuítica de San Ignacio Guasu, el teatro El Molino lleva a escena un espectáculo cultural con representación viva de obras barrocas.
** Primer día de agosto... Noche de un sábado invernal, lluvioso... El público, agolpado en el foyer del teatro El Molino de San Ignacio Guasu, aguarda con curiosidad el espectáculo creado por Koki Ruiz con cuadros vivos de obras barrocas. Y las expectativas se acrecientan con los vientos y relámpagos de afuera.
Adentro, todo el interior del teatro está pintado de negro. La oscuridad total genera un ambiente de enigma y misterio. Solo después de que los olores de incienso y mirra invadan y suba el volumen de la música de Domenico Zípoli, los invitados son guiados al salón principal. Al instante, se encienden las luces y aparecen cinco imágenes en sus nichos. Son estatuas vivas de San Ignacio de Loyola, San Estanislao de Kostka, San Francisco de Borja, San Francisco Javier y San Luis Gonzaga, los santos jesuitas que adornaban el altar mayor de la antigua iglesia de San Ignacio Guasu, en tiempos de las Reducciones.
** El juego de luces causa un efecto visual impactante. Y el asombro del público se hace evidente. Pero no hay tiempo para contener las emociones. Al rato, la luz se apaga y otros reflectores iluminan en sentido contrario. En lo alto, la Virgen María aparece rodeada de mujeres que representan la procesión de Semana Santa de Tañarandy. Lentamente, ellas empiezan a moverse, como cobrando vida. En un par de minutos, desaparecen en la oscuridad. El ritmo musical de la película La Misión intensifica el clima de suspenso. Y, al instante, clarea sobre otro escenario. Se presenta Éxtasis de Santa Teresa, la obra del escultor italiano Lorenzo Bernini, catalogada como la expresión máxima del sentimiento barroco. En la penumbra, los rostros del público reflejan signos de incredulidad ante la espectacularidad de las escenas. Y de golpe, la atención se traslada al conjunto escultórico de La Anunciación, joya barroca del Museo de Santa Rosa. Antes de tomar una bocanada de aire, la claridad se diluye... Y todo desaparece de la vista. Se esfuma en medio de la oscuridad. Queda un vacío que se llena de fascinación.
** Tan efímero como intenso, el montaje dura apenas diez minutos. Diez minutos que podrían significar un segundo. O, quizás, una eternidad. Cada quien guardará para sí, en su interior, las sensaciones de un espectáculo irrepetible. Lo cierto es que nadie vuelve a casa sin antes descubrir el significado de lo vivido. Koki Ruiz, el creador, se encarga de dar las explicaciones: “Quisimos hacer como un túnel del tiempo para transportar al público a 400 años atrás, a la época de la fundación de San Ignacio Guasu. Es nuestra interpretación de cómo se dieron las cosas aquí en tiempos de la Reducción Jesuítica. El barroco era el arte oficial de la iglesia, era el medio de evangelización con la música, las esculturas y las ornamentaciones. A través de estos recursos, los jesuitas lograron conquistar almas. O sea, llegaron a reducir a los indígenas que habitaban estas tierras. Ellos decían: a Dios se llega por la fe, no por la razón”, señala el afamado pintor y promotor cultural. Y después de tomarse un respiro, agrega: “Nuestro mestizaje cultural se dio a través de la cultura guaraní y la cultura barroca, porque acá los españoles accedieron directamente a los grupos indígenas. Y ese choque de civilizaciones origina nuestra historia aquí en San Ignacio Guasu”.
** Un elenco de treinta personas están involucradas directamente en la puesta en escena de la obra “EL BARROCO DE LAS MISIONES JESUÍTICAS DEL PARAGUAY”. Macarena Ruiz Fretes es la encargada de armar las coreografías, mientras que Teodoro Meza y Alberto Segovia hacen el montaje de escenografía y luces. Además de crear y dirigir el espectáculo, Koki Ruiz se ocupa del maquillaje de cada una de las estatuas vivas. Varios actores y actrices del Grupo La Barraca de Tañarandy asumen con firmeza las posturas estáticas de las imágenes. A Víctor Hugo Vera (31), educador y locutor de radio, le toca interpretar a San Ignacio de Loyola. La imagen de San Estanislao de Kostka le corresponde a César Herebia, estudiante de 20 años, mientras que su hermano Nelson de 18, viste de San Luis Gonzaga. Otro de los Herebia, Gustavo , 21 años, técnico agropecuario, hace de San Francisco Javier, y Joel Oviedo, comunicador social, encarna a San Francisco de Borja. Verónica Riveros, estudiante de 20, da vida a la Virgen María. Triana Fretes Marín (17) y María Paz Afara (15), protagonizan el Éxtasis de Santa Teresa de Ávila. Irene Griffith (21) y Cheli Thompson (20) posan como San Gabriel Arcángel y la Virgen María, del conjunto escultórico La Anunciación. Es la gente que, con entusiasmo, genera el movimiento cultural en el interior del país. Aplausos.
A PEDIDO DEL PÚBLICO: El espectáculo “EL BARROCO DE LAS MISIONES JESUÍTICAS DEL PARAGUAY”, organizado por el pintor Koki Ruiz puede ser reprisado a pedido de grupos estudiantiles o sectores culturales, sin costo alguno. Los interesados en asistir a una función pueden comunicarse al celular 0975 619171 (Norma de Ruiz). El teatro EL MOLINO se ubica en pleno centro de San Ignacio Guasu.
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IDENTIKIT SAN IGNACIO: San Ignacio Guasu queda a 225 kilómetros de Asunción por ruta asfaltada Nº 1 Mcal. López. Es en la actualidad una progresista comunidad del departamento de Misiones, con una población de 24.300 habitantes (censo nacional 2002). El distrito tiene gran potencial económico, agrícola, ganadero y comercial. Celebra su fiesta patronal el 31 de julio, en honor a San Ignacio de Loyola, fundador de la congregación de los jesuitas.
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FUNDACIÓN EN 1609: La reducción de San Ignacio Guasu fue fundada el 29 de diciembre el 1609, por los sacerdotes jesuitas, padres Marcial de Lorenzana y Francisco de San Martín, junto al cacique Arapysandu. Posteriormente, en febrero de 1610, arribó al lugar el padre Roque González de Santa Cruz para organizar y administrar la fundación que se convirtió en centro de las Reducciones Jesuíticas de las Misiones en el Paraguay. De San Ignacio Guasu salieron los religiosos jesuitas con la misión de fundar otros pueblos como Santa Rosa (1698), Santa María (1637), Santiago (1615), San Cosme y Damián (1632) e incluso Itapúa (hoy Encarnación, en 1615).
Fotos: ABC Color / Virgilio Vera (http://www.abc.com.py/abc/nota/14076-Misterios-barrocos/ )
MISTERIOS BARROCOS - Por JAVIER YUBI – Revista Dominical del 16 de Agosto de 2009
(http://www.abc.com.py/abc/nota/14076-Misterios-barrocos/ )
Podrá obtener mayores datos sobre el artista KOKI RUÍZ y visitar su Galería de Obras en:
http://www.portalguarani.com/autores_detalles.php?id=252
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Iluminación misteriosa... Música conmovedora... Olores extasiantes. Un túnel del tiempo para revivir pasajes de la época inicial. Con motivo de celebrarse los 400 años de fundación de la antigua reducción jesuítica de San Ignacio Guasu, el teatro El Molino lleva a escena un espectáculo cultural con representación viva de obras barrocas.
** Primer día de agosto... Noche de un sábado invernal, lluvioso... El público, agolpado en el foyer del teatro El Molino de San Ignacio Guasu, aguarda con curiosidad el espectáculo creado por Koki Ruiz con cuadros vivos de obras barrocas. Y las expectativas se acrecientan con los vientos y relámpagos de afuera.
Adentro, todo el interior del teatro está pintado de negro. La oscuridad total genera un ambiente de enigma y misterio. Solo después de que los olores de incienso y mirra invadan y suba el volumen de la música de Domenico Zípoli, los invitados son guiados al salón principal. Al instante, se encienden las luces y aparecen cinco imágenes en sus nichos. Son estatuas vivas de San Ignacio de Loyola, San Estanislao de Kostka, San Francisco de Borja, San Francisco Javier y San Luis Gonzaga, los santos jesuitas que adornaban el altar mayor de la antigua iglesia de San Ignacio Guasu, en tiempos de las Reducciones.
** El juego de luces causa un efecto visual impactante. Y el asombro del público se hace evidente. Pero no hay tiempo para contener las emociones. Al rato, la luz se apaga y otros reflectores iluminan en sentido contrario. En lo alto, la Virgen María aparece rodeada de mujeres que representan la procesión de Semana Santa de Tañarandy. Lentamente, ellas empiezan a moverse, como cobrando vida. En un par de minutos, desaparecen en la oscuridad. El ritmo musical de la película La Misión intensifica el clima de suspenso. Y, al instante, clarea sobre otro escenario. Se presenta Éxtasis de Santa Teresa, la obra del escultor italiano Lorenzo Bernini, catalogada como la expresión máxima del sentimiento barroco. En la penumbra, los rostros del público reflejan signos de incredulidad ante la espectacularidad de las escenas. Y de golpe, la atención se traslada al conjunto escultórico de La Anunciación, joya barroca del Museo de Santa Rosa. Antes de tomar una bocanada de aire, la claridad se diluye... Y todo desaparece de la vista. Se esfuma en medio de la oscuridad. Queda un vacío que se llena de fascinación.
** Tan efímero como intenso, el montaje dura apenas diez minutos. Diez minutos que podrían significar un segundo. O, quizás, una eternidad. Cada quien guardará para sí, en su interior, las sensaciones de un espectáculo irrepetible. Lo cierto es que nadie vuelve a casa sin antes descubrir el significado de lo vivido. Koki Ruiz, el creador, se encarga de dar las explicaciones: “Quisimos hacer como un túnel del tiempo para transportar al público a 400 años atrás, a la época de la fundación de San Ignacio Guasu. Es nuestra interpretación de cómo se dieron las cosas aquí en tiempos de la Reducción Jesuítica. El barroco era el arte oficial de la iglesia, era el medio de evangelización con la música, las esculturas y las ornamentaciones. A través de estos recursos, los jesuitas lograron conquistar almas. O sea, llegaron a reducir a los indígenas que habitaban estas tierras. Ellos decían: a Dios se llega por la fe, no por la razón”, señala el afamado pintor y promotor cultural. Y después de tomarse un respiro, agrega: “Nuestro mestizaje cultural se dio a través de la cultura guaraní y la cultura barroca, porque acá los españoles accedieron directamente a los grupos indígenas. Y ese choque de civilizaciones origina nuestra historia aquí en San Ignacio Guasu”.
** Un elenco de treinta personas están involucradas directamente en la puesta en escena de la obra “EL BARROCO DE LAS MISIONES JESUÍTICAS DEL PARAGUAY”. Macarena Ruiz Fretes es la encargada de armar las coreografías, mientras que Teodoro Meza y Alberto Segovia hacen el montaje de escenografía y luces. Además de crear y dirigir el espectáculo, Koki Ruiz se ocupa del maquillaje de cada una de las estatuas vivas. Varios actores y actrices del Grupo La Barraca de Tañarandy asumen con firmeza las posturas estáticas de las imágenes. A Víctor Hugo Vera (31), educador y locutor de radio, le toca interpretar a San Ignacio de Loyola. La imagen de San Estanislao de Kostka le corresponde a César Herebia, estudiante de 20 años, mientras que su hermano Nelson de 18, viste de San Luis Gonzaga. Otro de los Herebia, Gustavo , 21 años, técnico agropecuario, hace de San Francisco Javier, y Joel Oviedo, comunicador social, encarna a San Francisco de Borja. Verónica Riveros, estudiante de 20, da vida a la Virgen María. Triana Fretes Marín (17) y María Paz Afara (15), protagonizan el Éxtasis de Santa Teresa de Ávila. Irene Griffith (21) y Cheli Thompson (20) posan como San Gabriel Arcángel y la Virgen María, del conjunto escultórico La Anunciación. Es la gente que, con entusiasmo, genera el movimiento cultural en el interior del país. Aplausos.
A PEDIDO DEL PÚBLICO: El espectáculo “EL BARROCO DE LAS MISIONES JESUÍTICAS DEL PARAGUAY”, organizado por el pintor Koki Ruiz puede ser reprisado a pedido de grupos estudiantiles o sectores culturales, sin costo alguno. Los interesados en asistir a una función pueden comunicarse al celular 0975 619171 (Norma de Ruiz). El teatro EL MOLINO se ubica en pleno centro de San Ignacio Guasu.
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IDENTIKIT SAN IGNACIO: San Ignacio Guasu queda a 225 kilómetros de Asunción por ruta asfaltada Nº 1 Mcal. López. Es en la actualidad una progresista comunidad del departamento de Misiones, con una población de 24.300 habitantes (censo nacional 2002). El distrito tiene gran potencial económico, agrícola, ganadero y comercial. Celebra su fiesta patronal el 31 de julio, en honor a San Ignacio de Loyola, fundador de la congregación de los jesuitas.
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FUNDACIÓN EN 1609: La reducción de San Ignacio Guasu fue fundada el 29 de diciembre el 1609, por los sacerdotes jesuitas, padres Marcial de Lorenzana y Francisco de San Martín, junto al cacique Arapysandu. Posteriormente, en febrero de 1610, arribó al lugar el padre Roque González de Santa Cruz para organizar y administrar la fundación que se convirtió en centro de las Reducciones Jesuíticas de las Misiones en el Paraguay. De San Ignacio Guasu salieron los religiosos jesuitas con la misión de fundar otros pueblos como Santa Rosa (1698), Santa María (1637), Santiago (1615), San Cosme y Damián (1632) e incluso Itapúa (hoy Encarnación, en 1615).
Fotos: ABC Color / Virgilio Vera (http://www.abc.com.py/abc/nota/14076-Misterios-barrocos/ )
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